Cuando se inauguró la mina de hierro Kaunis en Suecia, era la más nueva en una de las industrias más grandes de Suecia. La mina contrató a Degerfors Laboratory (D-LAB) para su análisis de hierro. Sin embargo, antes de poder realizar el análisis de las muestras, el mineral tenía que secarse y medirse los niveles de humedad.
D-LAB tuvo un problema: sus métodos actuales de determinación de humedad usaban una balanza manual que solo podía manejar una muestra a la vez, lo que requería la atención de un técnico cada cinco minutos. El método ISO 3087:2020 utilizado también fue un problema, ya que una sola tirada podía tardar más de 5 horas en completarse. El laboratorio recurrió a LECO en busca de una solución.